El bullying en Argentina
2022-11-16

La víctima del bullying, al sentirse indefensa, puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o incluso adoptar conductas autodestructivas.

Según expertos, el bullying posee tres componentes clave:

  1. Desequilibrio: hay una diferencia de poder entre el acosador y la víctima. Este desequilibrio puede ser real o solo percibido por la víctima.
  2. Intencionado: el acosador o un grupo intentan dañar a la víctima de un modo intencionado.
  3. Repetitivo: el comportamiento agresivo se da siempre hacia una misma víctima.


Tipos de bullying

  • Físico: Es el acoso en el cual la violencia es física. El acosador golpea, empuja o utiliza algún instrumento para hacer daño físico a su víctima.
  • Verbal: Consiste en insultar, poner apodos, hacer amenazas, burlarse o provocar a otro niño.
  • Social: Este tipo de bullying se produce cuando el acosador busca aislar a su víctima ya sea difundiendo rumores, convenciendo a otros niños para que no hablen con él o humillandolo en público para que el acosado se sienta aislado.
  • Sexual: Son todas las acciones que tienen que ver con los actos sexuales (como tocamientos no consentidos) o la burla respecto a la orientación sexual de la víctima.
  • Cyberbullying: En este caso, el acoso se da a través de celulares, tablets, computadoras, etc. El acosador envía mensajes de texto o correos electrónicos desagradables; difunde rumores a través del email o en las redes sociales, o imágenes y vídeos denigrantes, ya sea con su propia identidad o mediante la creación de perfiles falsos.


Bullying en Argentina

Según un estudio realizado entre enero de 2021 y marzo de 2022, la Argentina se encuentra entre los países con más casos de bullying y ciberbullying del mundo. Siete de cada diez niños y adolescentes en la Argentina sufren bullying o algún otro tipo de maltratos en entornos escolares.

En Argentina la convivencia en las escuelas está regulada por la Ley 26.892, cuyos objetivos son:

  • Garantizar el derecho a una convivencia pacífica, libre de violencia física y psicológica.
  • Evitar la discriminación.
  • Fomentar la cultura de la paz.
  • Evitar el maltrato físico o psicológico.
  • Promover que las instituciones educativas elaboren o revisen sus normas de convivencia.
  • Promover la creación de equipos especializados y fortalecer los existentes para prevenir e intervenir en situaciones de violencia.