El Derecho al Olvido en Internet: ¿Es Posible Borrar Información Personal de Google?
2025-06-02

Este concepto, que cobra cada vez más fuerza en la legislación de protección de datos personales, plantea un debate entre la privacidad individual y el derecho a la información. ¿Hasta qué punto se puede controlar lo que aparece sobre nosotros en internet? ¿Podemos exigir que se elimine?


¿Qué es el derecho al olvido?

El derecho al olvido es la facultad que tiene una persona para solicitar la eliminación de información personal que considera perjudicial, irrelevante, desactualizada o que ya no tiene interés público, especialmente cuando afecta su imagen o reputación.

No se trata de borrar la información de la web por completo, sino de desindexarla de los motores de búsqueda como Google, de modo que no aparezca fácilmente al buscar el nombre de la persona. Es decir, la información sigue existiendo, pero no es tan accesible.

Este derecho cobró relevancia a partir de un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2014, que reconoció que los ciudadanos pueden pedir a Google y otros buscadores que eliminen enlaces con información personal que ya no sea pertinente.


¿Cómo se ejerce este derecho?

Si bien no existe una legislación única a nivel mundial, algunos países han avanzado en marcos legales que permiten a los ciudadanos ejercer el derecho al olvido. En el caso de Google, el propio buscador habilita un formulario para realizar este tipo de solicitudes.


¿Cómo funciona?
  • Formulario de solicitud: Google dispone de un formulario en línea para solicitar la eliminación de resultados de búsqueda asociados al nombre de una persona. Se debe completar con información personal, el/los enlace(s) que se desea eliminar y el motivo de la solicitud.
  • Análisis caso por caso: La empresa evalúa si la solicitud está justificada, es decir, si el contenido es inexacto, irrelevante, excesivo o desactualizado. También considera el interés público de la información: por ejemplo, no suele eliminar noticias sobre figuras públicas, delitos graves recientes o hechos de interés general.
  • Decisión y notificación: Si Google acepta la solicitud, el contenido dejará de mostrarse en los resultados de búsqueda asociados al nombre del solicitante, aunque seguirá existiendo en el sitio original. En caso de rechazo, la persona puede apelar ante autoridades de protección de datos o iniciar acciones legales.


¿Qué tipo de contenido se puede eliminar?

Los casos más frecuentes en que Google aprueba solicitudes de derecho al olvido incluyen:

  • Datos personales publicados sin consentimiento (como números de teléfono, direcciones o DNI).
  • Noticias o registros sobre deudas, problemas legales o situaciones judiciales prescriptas o superadas.
  • Contenido difamatorio, falso o descontextualizado.
  • Imágenes íntimas difundidas sin autorización.
  • Información médica o sensible sin relevancia pública.

Sin embargo, no todo se puede borrar. Si la información sigue siendo de interés público o si fue publicada por medios de comunicación reconocidos, puede primar el derecho a la información sobre el derecho al olvido.


¿Qué pasa con las redes sociales?

El derecho al olvido también se puede ejercer dentro de plataformas como Facebook, Instagram o Twitter. En estos casos, cada red social cuenta con sus propias políticas para solicitar la eliminación de contenidos o perfiles.

Además, las leyes de protección de datos como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en Europa o leyes similares en América Latina (como la Ley de Protección de Datos Personales en Argentina) refuerzan los derechos de los usuarios sobre su información digital.


¿Es efectivo borrar de Google?

Eliminar un resultado de Google no significa que la información desaparezca completamente de internet. Puede seguir accesible desde otros buscadores, archivada en sitios o compartida en redes sociales. Por eso, es importante entender que el derecho al olvido limita la visibilidad, pero no borra de forma definitiva todos los rastros digitales.

Aun así, es una herramienta valiosa para recuperar cierto control sobre la propia identidad digital y evitar que el pasado condicione el presente.